Bajo intensas nevadas, fuertes vientos y bajas temperaturas, el
grupo playa, personal de las bodegas del buque y la dotación entrante trabajaron
incasablemente para cumplir con la descarga prevista en esta base.
Antártida- En
el marco de la primera etapa de la Campaña Antártica de Verano 2022/23, durante
dos días ininterrumpidos el personal del rompehielos ARA “Almirante Irízar” reabasteció
a la Base Conjunta Antártica Esperanza.
La tripulación
de la unidad y la dotación de la base trabajaron en la descarga de material
general y combustibles, para cuyas maniobras se emplearon las denominadas
Embarcaciones de Desembarco de Personal y Vehículos.
El Comandante
del rompehielos, Capitán de Fragata Carlos Recio, refiriéndose al personal
encargado del reabastecimiento, expresó: “Es admirable el esfuerzo y la entrega
de los hombres y mujeres que operan tanto en el buque como en la costa
recibiendo el material que proviene del buque. En estas latitudes se trabaja
día y noche con temperaturas bajo cero, nieve y vientos que requieren de
vocación, experiencia y esfuerzo físico y mental, virtudes esenciales del
personal militar”.
También durante
las tareas en esta base se replegó al personal científico y militar que realizó
la última invernada, la cual será desembarcada en la Base Conjunta Antártica
Marambio para su traslado vía aérea al continente.
Cabe destacar
que, debido a las desfavorables condiciones hidrometeorológicas, la descarga se
vio interrumpida, por lo que el buque puso proa a la Base Marambio para
adelantar allí la descarga de personal y material para optimizar los tiempos.
Dicha base cuenta con una pista aérea donde operan los aviones Hércules C-130, materializando
la puerta de entrada aérea a la Antártida.
“Durante estos
días estamos transitando por un sistema de baja presión en la zona, que genera
vientos fuertes y nevadas”, explicó el Jefe del Cargo Meteorología del
rompehielos, Capitán de Corbeta Alvaro Scardilli.
La Base Conjunta
Antártica Esperanza es una de las siete bases permanentes de Argentina en el
continente blanco y se ubica en punta Foca (entre las caletas Choza y Águila)
de la bahía Esperanza, sobre el estrecho Antartic de la península Antártica.
Vivir en Esperanza
La vida de esta base fue iniciada por la Armada Argentina cuando puso en servicio en enero de 1952 el Faro Esperanza, ubicado en la mayor de las rocas Grunden de la caleta Choza, al sudeste de bahía Esperanza. El 31 de marzo de ese año se inauguró el Destacamento Naval Esperanza que, un año después, pasó a manos del Ejército Argentino, quien agregó construcciones conformándolo como base permanente.
El 14 de mayo de 1978 se inauguró en la base la primera escuela antártica, que contó además con guardería infantil y jardín de infantes, dependiente del Instituto “Dr. Dámaso Centeno”, iniciándose los cursos regulares anuales a nivel primario y secundario. Desde el 1° de enero de 1992 pasó a depender del Estado Mayor General del Ejército.
Desde mediados de 1997, el establecimiento educativo forma parte del Ministerio de Educación de la Provincia de Tierra del Fuego y en 2012 recibió su nombre definitivo: Escuela Provincial Nº 38 “Presidente Raúl Ricardo Alfonsín”.
En la
actualidad la base conjunta cuenta con personal permanente cumpliendo funciones
militares y logísticas, junto a investigadores de la Dirección Nacional del
Antártico y del Instituto Antártico Argentino, algunos de ellos acompañados por
sus familiares. Entre los trabajos de investigación que se llevan adelante, se
efectúan estudios de sismología, glaciología, biología marina y terrestre con
seguimiento de mamíferos y aves, y estudios de algas y hielos. También se
realiza la recolección de datos meteorológicos como presión, humedad,
temperatura del agua, observación de nubes y medición de vientos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario