Para 1983 pasó a Flying Tigres, con los colores de Metro Internacional, luego con Federal Express hasta que en 1990 regresó a operar con Aerolíneas, hasta mediados del 2001 fecha en que fue dado de baja.
Abandonado en Ezeiza. Foto: A quie corresponda |
Las historias coinciden en que una tripulante de cabina, tenía un afecto muy especial con ésta aeronave
en particular, ya que según decía, había nacido el día de la Virgen María. Y en efecto el LV-MLO, había
realizado su primer vuelo el 8 de Diciembre de 1978, siendo entregado a Aerolíneas Argentinas
el 13 de Enero de 1979.
Nadie recuerda cómo ni cuando, pero ésta azafata falleció por una enfermedad terminal. Según cuentan
había pedido volar en el MLO durante su último mes de trabajo y luego del último vuelo, falleció a las pocas horas. Algunos meses después, cuando el MLO estaba siendo revisado en los hangares de Ezeiza, una figura muy borrosa y transparente se les apareció a dos mecánicos en la bodega trasera de carga. Hubo algo de alboroto y muchas bromas.
Foto: Bob Garrand |
Se revisó el avión y como era previsible no se encontró nada. En otra oportunidad mientras el personal de limpieza ponía en condiciones la cabina superior escucharon ruidos en la sección de primera clase. Uno de ellos bajó por la escalera y parada en la mitad del pasillo vió una figura humana con el uniforme de azafata de la empresa. Desde ése día nació el mito o leyenda.
Pero no todo acabó allí. Por el año 2000, durante una escala en Barajas, un par de mecánicos de Air Plus también salieron disparados por la presencia de algo que se encontraba en la cabina de pasajeros y los asustó, al menos eso fue lo que le confesaron a uno de los comandantes de ése vuelo.
Foto: Jetphotos.net |
A mediados del 2001, el MLO dejó de volar para siempre y quedó a la intemperie en Ezeiza. Aunque Air Plus
decidió retirar de servicio los 747-200 de Aerolíneas, de modo inédito se sigue llevando los motores
a España para sus propios Jumbos. La historia final indica que cuando comenzaron a desmontarse los motores,
cinco mecánicos escucharon fuertes ruidos dentro de la bodega delantera. La revisaron y no ncontraron nada.
Cuando volvieron a la actividad, otra vez ruidos dentro del fuselaje. Como no había ninguna escalera ni las puertas de acceso estaban abiertas, alguien elevó una grúa hasta la hilera de las ventanillas y allí había una azafata caminando por el pasillo contrario a las ventanillas.
@flap152 vía twitter |
Sustos, gritos y risas, pero el avión fue revisado completamente y no se encontró nada.
Vía: http://www.abc.es/
No sabía la historia,
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