La incorporación del Dassault Super Etendard en el Comando de Aviación Naval Argentina significó el posicionamiento de esta fuerza entre las más avanzadas del mundo, sin ser alcanzada hasta el día de hoy por ninguna de sus pares latinoamericanas.
Para fines de los años setenta, el
Comando de Aviación Naval Argentina (COAN) comenzó a estudiar la incorporación
de una aeronave para reemplazar a los Douglas A-4Q Skyhawk que en esos tiempos
se empleaban embarcados en el portaaviones ARA “25 de Mayo” (V-2). Los únicos
aviones que podían adaptarse a este buque en cuanto a su masa de catapultado y
aterrizaje (de hasta 12 toneladas), velocidades de aproximación, despegue y
dimensiones para ser ubicado en los ascensores y hangares, que en esos momentos
se encontraban disponibles para la venta eran el Sea Harrier, los Skyhawk
modelos A-4E, F y M y el Súper
Etendard (SUE).
Vía: Lorenzo Borri |
El primero se descartó por las menores prestaciones y el alto
costo de su operación y en el caso de los A-4, Estados Unidos no autorizó su
venta a la Argentina
por tenerlos todavía en servicio. De esta forma solamente quedaba el modelo
francés, que además gracias a su radar Thompson CSF/ESD Agave brindaba la
posibilidad de lanzar el misil antibuque Aerospatiale AM-39 Exocet.
Inmediatamente, la Armada Argentina
formó una comisión para determinar la factibilidad de la adaptación de este
avión a bordo del portaaviones “25 de Mayo” y la comparación con la utilización
de los aviones A-4Q en operaciones. Las conclusiones del estudio se realizaron
por el informe N° 40”C”/78 e indicaba que: “la operación del Super Etendard a
bordo del portaaviones es factible, incrementaría notablemente las capacidades
de interceptación y ataque a buques y las demás capacidades serían mejoradas y
que el buque no requiere -en principio- otras modificaciones que la instalación
de la central de alineación inercial Telemir Sat”.
Con respecto a la
comparación con el A-4Q, el informe indicaba que “la capacidad de carga del Súper Etendard y su radio
de acción resultan similares al A-4, sin embargo tiene mayor velocidad máxima y
de crucero, superior precisión en las armas, cañones de 30mm incorporados y la
posibilidad de disparar misiles Exocet y Magic”. También se plantea que “la
maniobrabilidad es inferior a la del A-4Q y tiene iguales características de
reabastecimiento de combustible en vuelo que el Skyhawk”.
Este informe fue de vital
importancia para la decisión de adquirir el SUE, debido a las posibles
dificultades que plantearía su compatibilidad con el portaaviones argentino que
pertenecía a la clase “Colossus” con 19.512 tons. de desplazamiento en completa
carga (sin aviones), eslora máxima 210,378 mts., manga máxima (en cubierta
angulada 8º) 42.65 mts., con una potencia de 40.000CV que le permitía
desarrollar 25 nudos de velocidad.
El “25 de Mayo” con las modificaciones recibidas,
que incluía una catapulta a vapor con posibilidad de lanzar aviones de hasta un
peso máximo de 26.000 lbs .,
hangar con capacidad de hasta diez SUE y la posibilidad de recuperarlo con una
carga externa de un misil Exocet y 2000 libras de combustible (el peso máximo de
aterrizaje de emergencia permitido en este tipo de avión es de 9300kg).
Esto motivó que a principios de
1979 comenzaran las gestiones para la adquisición de 14 Súper Etendard, misiles
AM-39 Exocet y Matra R-550 Magic, un simulador y un gran lote de repuestos,
además de los necesarios cursos de entrenamiento de pilotos y personal de mantenimiento. Todo
enmarcado dentro del “Programa Hook” (convenido directamente con tres
industrias francesas: AMD/BA, Snecma y Thomson/CSF), que se puso en ejecución
el 18 de septiembre de 1979.
El
costo total de la operación Súper
Etendard y la adecuación del portaaviones fue de U$S 67.460.000. El 23 de
agosto de 1980 arribó a Francia el
personal subalterno para iniciar los cursos de idioma en la ciudad de
Rochefort, tres meses mas tarde llegaron los integrantes del personal superior
que una vez que lo completaron, iniciaron de inmediato los de pilotaje y
mantenimiento.
foto: Adolfo Jorge Soto |
El personal argentino se hizo presente el 2
de marzo de 1981 en la
Base Aeronaval de Landiviseau para hacerse cargo de las
máquinas y once días después el Capitán Lavezzo voló en el primer avión
entregado, el matrícula 0753 / característica 3-A-203 motivando de esta manera
la recepción formal, acompañada de una formación de todo el personal argentino.
Hacia
el 6 de julio se trasladaron a Cazaux los primeros cinco SUE que partieron del
puerto de Saint Nazaire en el transporte de la Armada de la República Argentina
(ARA) “Cabo de Hornos” (B-5), sin haber sido desarmados. Llegaron a la Base Naval Puerto
Belgrano (BNPB) el 18 de noviembre desde donde fueron transportados por tierra
hasta la pista auxiliar de kilómetro 7 próximo a la Base nombrada. Al día
siguiente volaron a la
Base Aeronaval Comandante Espora (BACE) cuatro maquinas, la quinta lo haría
mas tarde por problemas técnicos. Recién el 7 de diciembre de 1981 se llevó a
cabo la ceremonia de incorporación a la Segunda Escuadrilla
Aeronaval de Caza y Ataque, que fue presidida por el máximo jefe de la Armada y por el entonces
Presidente de la Nación
Teniente General Leopoldo F. Galtieri. En ese momento, nadie
hubiera imaginado que poco tiempo después tendrían su bautismo de fuego en la
denominada “Guerra de las Malvinas”, donde los Súper Etendard tuvieron una
destacadísima actuación.
El año siguiente se inició con el adiestramiento programado con
vuelos de evaluación de la perfomance del radar en misiones sobre blancos
navales y vuelos nocturnos. El 30 de marzo de 1982 se requirió verbalmente a la
unidad el tiempo estimado de alistamiento para la misión de lanzamiento del
misil AM-39 Exocet, estimándose en un mes, incluyendo el adiestramiento diurno
y la puesta en servicio del sistema de armas.
Foto: Elio Viroli |
Se tuvo en cuenta para ello la
visita que debía efectuar el personal especializado de la firma Aerospatiale,
prevista para mediados de abril. El 1° de ese mes se tomó conocimiento de la
operación “Rosario” (el desembarco en las Islas Malvinas), comenzándose el
estudio de las tácticas a emplear y los distintos perfiles de vuelo a utilizar
con y sin reaprovisionamiento en vuelo. Se realizaron las pruebas de carrera de
despegue y aterrizaje con la configuración prevista ante las posibilidades de
operar desde pistas cortas como la de Puerto Argentino, aunque esta posibilidad
sería empleada sólo en emergencias. Una semana más tarde se efectuaron los
vuelos para evaluar las tácticas de ataque con el destructor ARA “Hércules”
(D-1), de la clase “Sheffield”.
Se determinó que era conveniente
realizar el adiestramiento por parejas para en las sucesivas prácticas minimizar
las comunicaciones, de modo que quedaron conformadas de la siguiente manera:
1°- Capitán de Fragata (CF) Colombo y Teniente de Fragata (TF) Macheteanz, 2°-
Cap. de Corbeta (CC) Bedacarratz y TF Mayora, 3°- CC Agotegaray y TF Mariani,
4°- CC Curilovic y Ten. de Navío (TN) Barraza y 5°- CC Francisco y TN
Collavino.
En el portaaviones "Sao Pablo", foto : Armada Argentina |
El
10 de abril se realizó la primera práctica de reaprovisionamiento en vuelo con
un KC-130 de la Fuerza
Aérea. Al día siguiente los Cargo Armamento y el SNA (Sistema
de Navegación y Ataque) de la unidad finalizaron con las verificaciones
tendientes a la puesta en servicio del misil Exocet.
El
12 de abril se embarcó en el ARA “Hércules” el TF Mayora como observador de las
tácticas de ataque. Tres días mas tarde la 2da pareja realizó una práctica completa
de ataque luego de reabastecerse en vuelo con un KC-130 ubicado a 250MN de BACE, atacando al
“Santísima Trinidad” (D-2) -gemelo del “Hércules”- cuya posición se fue
informando desde un Tracker. De esta forma quedó completamente operativo el
sistema de armas Súper Etendard- Exocet, en tan solo 15 días, cuando se
calculaba hacerlo en 30 y sin la asistencia francesa, que en apoyo a Inglaterra
había suspendido el asesoramiento a la Armada en su uso, así como también la entrega de
repuestos y los aviones y misiles
restantes. Además, según afirma el CC César Bedacarratz, los pilotos solamente
contaban “con un adiestramiento mínimo en este avión, que consistía básicamente
en las 50 horas de vuelo recibidas en Francia”.
El
día 18 una sección se destacó a la Base Aeronaval Río Grande y al día siguiente lo
hizo la segunda. El quinto avión (0751/3-A-201) quedó en Espora para ser
utilizado como repuesto. Dos días después, se iniciaron los vuelos de
adiestramiento, mas tarde los pilotos fueron trasladados a Puerto Argentino
para reconocer el aeródromo y sus zonas de aproximaciones, regresando el mismo
día.
Por: Hernán Casciani, vía: JCC
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